Thursday, May 31, 2007

Escultura

TÉCNICA QUE HA DESARROLLADO EL ESCULTOR ASTURIANO GRANADO. HA MONTADO UNA IMPRESORA TRIDIMENSIONAL PARA ESCULPIR SUS OBRAS



OLALLA CERNUDA



El escultor controla el trabajo del plotter tridimensional desde su ordenador.

Lo llama cariñosamente Harry Plotter, con ele. El mejor aliado del escultor asturiano Antonio Granado es un gigantesco plotter hecho a mano, pieza a pieza, que le permite esculpir sin que le salgan callos; una peculiar impresora en 3D de la que salen enormes esculturas en madera, poliespán e incluso piedra.
La máquina nació en la cabeza de Antonio hace algo más de dos años. "Yo estaba acostumbrado a hacer esculturas en el ordenador, pero luego era un problema trasladar esos diseños a la vida real", asegura desde su taller cerca de Oviedo. Buscó un equipo capaz de convertir sus diseños en figuras reales, pero no existía. "Sólo había algunas pequeñas fresadoras, utilizadas en joyería, que se pueden conectar a un ordenador para tallar y pulir un determinado diseño en una piedra, pero sólo valen para cosas pequeñas". Lejos de desanimarse, lo suyo fue un acto de perseverancia. "La tecnología existía en formato pequeño. Sólo era cuestión de buscar planos, componentes y ponerse manos a la obra".
El trabajo no fue sencillo. Lo primero fue bucear en Internet para conseguir, en foros especializados y webs de ingeniería, planos sobre el funcionamiento de fresadoras industriales. Luego había que conseguir adaptar la máquina a sus necesidades. "Sobre todo a que fuera capaz de entender los dibujos que yo hacía en el ordenador", señala. Para ello ha adaptado el lenguaje de máquinas de puntos que utilizan los escultores.
El funcionamiento de Harry es sorprendentemente sencillo. Se mete una pieza del material elegido —desde poliespán hasta madera, piedra o aluminio—. Luego, con el mando de una videoconsola, se aprieta el botón, y una especie de punzón va quitando trozos a la pieza hasta dejarla con la forma deseada. "El trabajo es muchísimo más rápido", señala Antonio. Dependiendo del material del que esté hecho, una escultura de unos tres metros de alto se puede completar en un día, lo que antes llevaba casi un mes de trabajo.
Además, permite hacer retoques. "Puedo alargar una zona, o redimensionar otra, cosa que trabajando directamente sobre la madera o la piedra, era imposible".
créditos de divulgação: Resumen diario de mensajes en Parussia